Anam Cara                    El Libro de la Sabiduría Celta

Principal / Indice

Anterior

Siguiente


Capítulo 6
La muerte: el horizonte está en el pozo 

Los muertos nos bendicen

Yo creo que nuestros amigos entre los muertos se ocupan de nosotros y nos cuidan. Muchas veces en el camino de la vida podría haber una gran piedra de desdichas a punto de caer sobre ti, pero tus amigos entre los muertos la sostienen hasta que pasas. Uno de los procesos estimulantes de la evolución y la conciencia humana en los próximos siglos podría ser una nueva relación con el mundo eterno invisible. Podríamos buscar un vínculo muy creativo con nuestros amigos en ese mundo. La verdad es que no tenemos por qué llorar a los muertos. ¿Por qué habríamos de hacerlo? Están en un lugar donde no hay sombras, oscuridad, soledad, aislamiento ni dolor. Están en casa. Están con Dios, de donde vinieron. Han regresado al nido de su identidad dentro del gran círculo de Dios. Él es el círculo más grande de todos, el que abarca el universo entero, que contiene lo visible y lo invisible, lo temporal y lo eterno, como un todo.
La tradición irlandesa tiene bellas historias sobre personas que mueren y se encuentran con sus viejos amigos. Mairtin Cadhain escribió una hermosa novela, Crj na Cille, sobre la vida en un cementerio y lo que sucede entre las personas enterradas en él. En el mundo eterno, todo es uno. En el espacio espiritual no hay distancia. En el tiempo eterno no hay separación entre el hoy, el ayer o el mañana. En el tiempo eterno, todo es hoy; el tiempo es presencia. Creo que éste es el significado de la vida eterna: una vida donde todo lo que buscamos: bondad, unidad, belleza, verdad y amor, no están lejos de nosotros, sino presentes en toda su plenitud. R.S. Thomas escribió un hermoso poema sobre la concepción de la eternidad. Es deliberadamente minimalista en su forma, pero muy poderosa:

Creo que tal vez
estaré un poco más seguro
de estar un poco más cerca.
Eso es todo. La eternidad
es comprender
que ese poco es más que suficiente.

Kahlil Gibran explica que la unidad en la amistad que llamamos anam cara derrota incluso a la muerte:
"Nacisteis juntos y juntos estaréis por siempre. Estaréis juntos cuando las alas blancas de la muerte esparzan vuestros días. Oh, sí, estaréis juntos incluso en el silencioso recuerdo de Dios".

Me gustaría terminar este capítulo con una bella plegaria escrita en Persia en el siglo XIII.

Algunas noches quédate despierto 
como suele hacer la Luna para el Sol.
Sé un cubo lleno, alzado
del fondo oscuro del pozo. 
Algo abre nuestras alas, disipa el dolor. 
Llenan la copa que tenemos delante,
sólo probamos lo sagrado.

Bendición para la muerte
Ruego que tengas la bendición del consuelo y la seguridad sobre tu propia muerte.
Que conozcas en tu alma que no debes temer.
Cuando llegue tu tiempo, que recibas todas las bendiciones y protección que necesites.
Que recibas una maravillosa acogida en la casa adonde vas.
No vas a un lugar extraño. Vuelves a la casa que nunca abandonaste.
Que sientas un maravilloso apremio de vivir plenamente tu vida.
Que vivas en comprensión y creatividad y transfigures todo lo negativo dentro de ti y a tu alrededor.
Cuando mueras, que sea después de una larga vida.
Que estés en paz y felicidad y en presencia de quienes verdaderamente te aman.
Que tu partida sea protegida y tu bienvenida asegurada.

 

Principal / Indice

Anterior

Siguiente

© 2004 C.E.C
Centro de Estudios Celtas
Barcelona - España

info@cec.es
Este material puede ser reproducido sin autorización escrita
de los editores sólo con fines educativos.